ARENA ELIMINA SU DISCURSO
ANTIPANDILLAS Y HACE RODAR LAS PRIMERAS CABEZAS
LA DERROTA DEL 2 DE FEBRERO HIZO AFLORAR LAS QUEJAS Y DESCONTENTOS
ACUMULADOS DURANTE MESES EN ARENA: ALCALDES, DIPUTADOS Y DIRIGENTES LOCALES
PRESIONARON HASTA QUE SE CAMBIÓ EL ENFOQUE DE LA CAMPAÑA EN MATERIA DE
PANDILLAS. ADEMÁS, RODARON LAS CABEZAS DE JULIO GAMERO -QUIEN ORGANIZABA LA
AGENDA DEL CANDIDATO PRESIDENCIAL EN EL TERRITORIO-, Y LAS DE LA AGENCIA DE
PUBLICIDAD GRUPO CINCO.
LA
PUBLICIDAD QUE OFENDIÓ A LOS ALCALDES
El
alcalde de Ilopango, Salvador Ruano, llega media hora tarde al cuartel de
Arena, en San Salvador. La reunión ha sido programada como una de las tantas
que servirán a la dirigencia del partido de derechas entender por qué obtuvo su
peor resultado en las urnas en más de un cuarto de siglo. Este martes 4 de
febrero, dos días después de perder la primera vuelta en la elección
presidencial, continúa la serie de reuniones que inició la misma noche del
domingo, cuando se supo de la derrota por 10 puntos porcentuales ante el FMLN.
Estas reuniones continuarán hasta el jueves 6. Aunque apenas una reunión más,
esta cita a la que asiste el gobernante de uno de los municipios que ha
liderado las negociaciones con pandillas, es la más multitudinaria de todos.
Asisten diputados, alcaldes, directores departamentales y municipales,
dirigentes nacionales del Consejo Ejecutivo Nacional (Coena), expresidentes de
la República y fundadores.
Ruano
entra al salón Mayor Roberto d'Aubuisson cuando ya Norman Quijano, el candidato
presidencial que apenas logró suficientes votos para forzar a una segunda
ronda, está a medio discurso. “Debemos redoblar esfuerzos...”, dice Quijano en
un momento. “Ustedes tendrán la puerta abierta en casa presidencial cuando este
servidor esté en casa presidencial”. Ruano tarda cinco minutos adentro. Sale
con el ceño fruncido, caminando rápido, como si acabara de ver y escuchar cosas
que no le gustaron. Alguien le increpa:
—Alcalde,
¿por qué se va?
—¡No´mb´e,
si lo que hay que hacer es cambiar al Coena! -responde, airado, mientras va en
busca de su carro.
La queja
de Ruano queda al alcance solo de un puñado de periodistas que, desde la calle,
intentan escuchar las palabras de Quijano.
Ruano
tiene desde el año pasado como asesor en materia de seguridad pública a un
exviceministro de Seguridad del gobierno de Mauricio Funes, y es quizás el
alcalde que mayor confrontación verbal ha tenido con su candidato presidencial,
precisamente, por cómo han administrado el discurso en torno a las pandillas y
a la tregua negociada entre pandillas y gobierno, que redujo la tasa de
homicidios a menos de la mitad en el primer año del pacto.
Arena
nunca supo qué hacer respecto de la tregua. Al menos en público. En un momento,
el entonces vicepresidente del partido -hoy presidente-, Jorge Velado, cuando
El Faro le preguntó si Arena respaldaba la tregua, respondió con un implícito
sí: dijo que la organización apoyaba todo aquello que supusiera salvar vidas. Quijano,
en cambio, ha sido promotor de un discurso combativo contra las maras y contra
todo aquel que simpatice con el pacto, a pesar de que el municipio de Ilopango
que Ruano administra es quizás la antítesis del escenario que el candidato ha
ofrecido. Ilopango es un municipio donde la tregua ha tomado la forma de mesas
de diálogo entre la Mara Salvatrucha y el Barrio 18 y donde ambas pandillas
dictan las reglas de convivencia, todo con la connivencia de la municipalidad.
Ruano ha explicado que él incluso comenzó conversaciones con líderes
pandilleros cuando aún era candidato a alcalde, en 2011.
En
cambio, Quijano ha dicho que nunca será partícipe de ningún pacto vergonzoso.
Hace un año,en febrero
de 2013, Ruano
reclamaba en público que Quijano prefiriera saludar con un discurso
políticamente correcto aunque, según él, no efectivo. "Voy a hacer un
llamado a mi candidato a la presidencia Norman Quijano -dijo
Ruano durante
la inauguración de una granja de pollos administrada por pandilleros- ¡Ya no
ande con politiquería, necesitamos la ayuda, ya no podemos andar con esta
cuestión de vernos bien y de oírnos bien, pero no dar resultados
positivos!”
Nueve
meses más tarde, el 24 de noviembre de 2013, en la inauguración de un torneo
deportivo en San Bartolo, Ilopango, ejemplifica los esfuerzos de Ruano por
comprometer en público a su candidato presidencial con un enfoque no de choque
con las pandillas. Para esa tarde, Ruano ha diseñado un encuentro de tal manera
que Quijano entre a pie a la colonia y no a bordo de la caravana de camionetas
usual. Ruano y Quijano caminan juntos hacia una mesita dispuesta al fondo de la
calle principal. Sobre la mesita descansan el medio centenar de uniformes
deportivos que Quijano debe repartir. Ruano dirige unas palabras pero en
seguida cede el turno a quien llama futuro presidente. "Yo sé que ustedes
lo quieren escuchar a él", dice Ruano a su gente. Ya en esas, Quijano se
anima a dar su opinión: “Cada alcalde sabe cómo le aprieta su zapato, yo nunca
me he contrapuesto a las políticas impulsadas por la alcaldía de Ilopango. El
alcalde Ruano sabe que cuenta con todo mi apoyo”. Luego Quijano se toma fotos y reparte apretones de manos a los muchachos con quienes, según
declaraciones que dio a la prensa, nunca dialogará porque ellos deciden cuándo subir y cuándo bajar los
homicidios. Gran parte del público son pandilleros, esos a los que Quijano ha
declarado la guerra... o a quienes ofrece guerra, en caso de ganar la
presidencia para el quinquenio 2014-2019.
Más
tarde, ya en el mitin sobre el bulevar San Bartolo, es el exviceministro de
Seguridad Ciudadana del gobierno de Funes, Douglas Moreno, quien termina de
sacarle compromisos al candidato. Moreno, uno de los artífices del pacto del
gobierno con las pandillas, anuncia su respaldo a la fórmula presidencial de
Arena. “Después de tres meses de debatir con Salvador Ruano sobre nuestras
diferentes visiones, he decidido otorgarle mi total respaldo al futuro
presidente de este país (...) tengo razones para esta decisión (...) Si no
cambiamos de ruta se va a poner peor el asunto", dice Ruano, sorprendiendo
a muchos, pues apenas hace cinco meses era parte del primer gobierno del FMLN.
Quijano no tiene de otra que agradecer el apoyo y reafirmar que él, candidato,
nunca contrarió la política de seguridad impulsada en Ilopango. "Yo le he
agradecido el respaldo y le he dicho que no se va a arrepentir de apoyarnos
como fórmula porque estamos comprometidos con hacer las cosas con decencia, con
transparencia y verdadera austeridad”, dice Quijano.
¿Cómo se
le coló a Arena una estrategia publicitaria así? “El tema de seguridad se sacó
al aire improvisadamente porque había que sacar algo”, dice Roberto Ávila,
fundador constituyente de Arena y además publicista. Según él, cuando
Quijano dijo, por ejemplo, que tenía pensado militarizar la seguridad pública,
lo dijo porque no nubo nadie que lo asesorara adecuadamente. “Fue mal
aconsejado Norman de cómo conducir el tema de seguridad, yo responsabilizo
directamente a los asesores que tuvo", dice Ávila a El Faro, el jueves 13 de febrero en El Faro Radio.
Por eso
Ruano salió disparado de aquella reunión en la sede de Arena el martes 4 de
febrero. Y por eso entre los areneros que quedaron hubo más de 15 alcaldes que
pidieron la palabra y pidieron a Quijano y al Coena que se abandonara la
confrontación con las pandillas. Un líder municipal en el departamento de San
Salvador escribiría un correo el jueves 6 explicando los detalles de lo que ahí
se dijo: “Pedimos al doctor que cambie su discurso y que no sea tan
confrontativo. Todos criticamos cómo es que se iba a poner en confrontación el
partido con las maras. Los que pisamos el terreno es a quien nos metió en
problemas con eso”. Para este líder, aquellos mensajes parecían haber sido
diseñados desde una amplia oficina con aire acondicionado en desconexión con el
mundo real.
Otra
petición fue que la dirigencia se metiera más en el terreno y que apoyara con
más recursos el trabajo territorial. “Se le pidió al Coena ¡que se ensucien las
botas, pues!”, explicaba a la salida de la reunión Jaime Lindo, alcalde del
populoso municipio de Soyapango. "Sí, puede ser que hubo falta de apoyos
en recursos pero también debe haber más claridad en el mensaje", agregó el
edil.
Jorge
Velado, quien asumió la conducción arenera en febrero de 2013, y el propio
Quijano, salieron de esa reunión comprometiéndose a girar el volante y hacer
todos los ajustes necesarios para enmendar los errores cometidos.
Los
primeros spots en la que Arena suaviza su discurso antipandillas ya están al aire: “Eliminar la delincuencia es lo más urgente, para
combatirla debemos trabajar en la firme aplicación de la ley... y en la
prevención”, dice Quijano. En ese mismo spot se ven imágenes de piscinas,
canchas de fútbol, niños practicando taekwondo, mientras el candidato a la
vicepresidencia René Portillo Cuadra dice que van a renovar barrios y colonias,
recuperarán espacios públicos, y capacitarán a los jóvenes en distintos
oficios.
El viraje
en el discurso no ha sido accidental, confirma Mario Acosta Oertel, quien hasta
2011 fue vicepresidente de campaña del Coena y que ha sido encomendado para
trabajar con las estructuras areneras del occidente del país. "Creo que
tregua hubo hasta con el FMLN para que dejaran de destruir el país cuando se
estaban firmando los Acuerdos de Paz. La tregua no es una mala palabra, lo que
sí es mala palabra es una tregua condicionada a privilegios. Yo siento que se
puede hacer sin necesidad de caer en populismos ni aberraciones jurídicas lo
conveniente para resolver la inseguridad", dijo Acosta Oertel en El Faro Radio del jueves 13, cuando se le preguntó si Arena
apoyaría la tregua.
Amor y
odio con Flores
El
expresidente Francisco Flores, quien confesó ante la Asamblea Legislativa haber
recibido varios donativos millonarios de Taiwán y haberlos usado sin control de
institución alguna, es la papa caliente en Arena estos días. Más allá de decir
que Flores ya no forma parte del equipo de campaña, la dirigencia no sabe cómo
tratar el tema puertas adentro.
—Estoy
consciente -dice Jorge Velado el 10 de febrero- que hay distintas percepciones
sobre cómo debería tratarse el tema de Francisco Flores, pero ahorita no vamos
a perder el tiempo en eso, sino en trabajar para ganar el 9 de marzo.
La
pregunta ha sido si el Coena ha discutido o piensa discutir el caso Francisco
Flores o hacer algo al respecto y a diferencia de él, hay otros dirigentes,
diputados, fundadores y militantes que piensan que Flores hay que hacer algo
más drástico porque Flores tiene responsabilidad en la derrota del 2 de
febrero.
“El
factor Flores le bajó ocho puntos a Norman Quijano. El expresidente sí es
responsable”, dice, por ejemplo, Roberto Ávila. Hugo Barrera, vicepresidente de
organización y tercero al mando, dice que él mismo pidió acciones concretas al
resto de sus compañeros dirigentes porque sabía que el caso Flores les podía
estallar en la cara en el momento más inoportuno.
—Hace
tres o cuatro meses pedí al Coena que se separara al señor Flores. No se hizo
en el momento que yo lo dije, eso nos ocasionó algunos problemas, que no son
solo esos por los que perdimos la primera vuelta -dice Barrera, cuando se le
pregunta si ya analizaron el costo del factor Flores.
A Barrera
el Coena no le hizo caso. Jorge Velado, y Donato Vaquerano, director de asuntos
políticos, dicen que no saben qué pasó con la solicitud de Hugo Barrera.
“Habría que ver a quién del Coena se le hizo esa solicitud”, se justifica
Velado.
Flores se
convirtió en bomba cuando el presidente Mauricio Funes directamente lo
involucró en la trama Taiwán, aunque ya antes lo había expuesto en el caso
CEL-Enel. Por eso el 21 de enero pasado ya había areneros que pedían a Flores
que se apartara de una vez: “La opinión pública no es favorable, y como hombre
inteligente que es ya debe saberlo. Él debe estar afuera... Dijo que se
apartaría en el momento en el que las encuestas comenzaran a reflejar un
descontento y eso ya llegó, así que yo creo que ya se apartó”, decía Gloria
Salguero Gross, expresidenta de Arena, durante un mitin en un hotel capitalino.
Flores
tampoco terminó su quinquenio presidencial en paz con Arena. Fue el primer
expresidente de la República que no recibió el título de presidente honorario
del partido. Después de un exilio de nueve años en los que no tuvo mayores
apariciones ni participaciones en eventos públicos, Flores entró al partido a salvar la candidatura de Norman Quijano luego de una seguidilla de
desaciertos. "Fue bueno que llegara Flores, pero el problema es que se
hizo público", reflexiona Roberto Ávila.
Pero su
rol como principal asesor del candidato Norman Quijano y la trama Taiwán lo
convirtieron en una bomba en las entrañas de Arena, y solo dejó la campaña un
día después de que el período de propaganda electoral acabara, faltando apenas
tres días para las votaciones. "A mi forma de ver debió haberse expulsado
a Flores hace ratos", dice un dirigente del Coena la semana posterior a la
elección, al salir de una reunión en la colonia Flor Blanca. Pide que no se
publique su nombre porque el Coena aún no lo ha discutido oficialmente. El Faro
preguntó por qué, si varios miembros del Coena pensaban así, la expulsión no se
concretó. El dirigente se encogió de brazos resignado, como diciendo "no
sé".
Otro
miembro del Coena explicaba 10 días antes de la elección, que la separación no
se materializó para evitar incomodar a Quijano: "Hay una gran barrera que
separa las cosas que el partido hace con las que hace el candidato y su equipo.
La responsabilidad de que eso sea así en gran parte es mía, pero se hizo así
con tal de que el candidato se sienta cómodo. Creo que Norman ve en él (Flores)
una especie de tablita de salvación", dijo este dirigente en su vivienda,
en una acomodada zona de la capital, el miércoles 22 de enero.
Públicamente,
y a pesar de la confesión de Flores en la Asamblea sobre los donativos que
recibió de Taiwán, el partido siempre lo protegió, y aun ahora varios salen en
su defensa. El candidato a vicepresidente, René Portillo Cuadra, solo accedió a
hacer un pequeño comentario sobre el retiro de la campaña por parte de Flores
hasta el jueves 30 de enero. "Francamente, no sé qué más podríamos hacer”,
dijo a El Faro el viernes 8 de febrero. Óscar Santamaría, abogado y uno de los
15 miembros del Coena, así como Guillermo Ávila Qüehl, del tribunal
disciplinario del partido, explican que no hay un proceso interno contra Flores
porque no hay nada demostrado. "Se mantiene la presunción de inocencia",
dice Santamaría.
Un
retrato de Flores que estaba colocado en una de las paredes del cuartel central
de Arena, desapareció durante unas horas el martes 4 de febrero. En ese salón,
la foto de Roberto d'Aubuisson, el fundador de Arena, es lo primero que se ve.
Hasta ese martes, al retrato del Mayor lo acompañaban, en un tamaño más
reducido, las fotos de los presidentes honorarios Alfredo Cristiani, Armando
Calderón Sol y Francisco Flores. La fotografía de este último desapareció hasta
que Velado dijo que se había tratado de una broma de mal gusto y que aquello no
obedecía a una decisión del Coena. ¿Quién descolgó el retrato? Aunque nunca
dijo que él había sido, el fundador y diputado por La Libertad, Eduardo “el
Grillo” Barrientos, fue quien hizo público el hecho: “Cambian las fotografías
en Arena”, tituló la fotografía que colgó en su muro de Facebook. Horas más
tarde, Barrientos seguía celebrando la hazaña. Reenvió un tuit que alguien más
había escrito: “@EEBarrientos me convenció ayer al quitar la foto de paco así
debe de iniciar el cambio dentro del coena (sic)”, decía el tuit de
@vozpueblosv, el 5 de febrero. El Grillo compartió de inmediato ese mensaje con
sus más de 3 mil seguidores.
En este
salón de la sede central de Arena el retrato del ex presidente Francisco
Flores fue descolgado por unas horas. Luego, el partido aclaró que había sido
una broma de mal gusto.
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Tres días
después del incidente de la foto, la fundadora Salguero Gross, la misma que
había insinuado antes de las elecciones que Flores debía desligarse del
partido, ahora hace un gesto de asco cuando se le pregunta por Flores: “¡Ay, ya
no me hablés de Francisco Flores! Él ya está afuera, podés decirlo”, exclama.
“¡Ya no quiero hablar de Francisco Flores! Él ya no está en el mapa”.
Rueda la
cabeza de Gamero
Como una
manera de retribuirle a los alcaldes el descuido que la fórmula presidencial
tuvo con ellos, el partido sustituyó a la persona que administraba la agenda
del candidato Quijano. Julio Gamero, exconcejal de la alcaldía de San Salvador,
exdiputado y antiguo compañero de batallas legislativas del candidato, tuvo ese
cargo desde la campaña en la que Quijano se reeligió como en 2012 hasta hace
unos días. Había veces en que Gamero lograba que Quijano se encontrara con
miles de simpatizantes, como ocurrió en Izalco, el 3 de octubre, pero en otras,
como en Ciudad Arce, el 23 de enero pasado, fracasaba con estrépito.
Ese
jueves 23 de enero, ya en los últimos siete días de campaña, Quijano llega
puntual a las 4 de la tarde a esta entrega de láminas a familias de cantones y
caseríos de Ciudad Arce. La tarima del mitin es la cama de un camión arenero
estacionado en medio de un predio junto a American Park, una zona franca sobre
la carretera Panamericana en el camino a Santa Ana. 200 personas se llevarán a
sus casas seis láminas cada una. Para ser esta la última actividad regular de
campaña antes de cuatro mitines de cierre en cada zona del país, cabría esperar
que este mitin sea multitudinario... pero no lo es. El sistema de sonido no funciona
y de no ser por un pequeño microbús con un bafle incorporado enviado desde San
Salvador, Quijano hubiera tenido que gritar a todo pulmón para darse a
escuchar. Suena la marcha arenera pero hay gente que solo canta la parte que se
sabe, otros que se mantienen de brazos cruzados, y hay unos que tampoco se han
puesto su camisa tricolor cortesía del diputado Manuel Portillo. La fiesta ya
comenzó pero Quijano se mantiene atado a una llamada telefónica a través del
celular de uno de sus fotógrafos. El maestro de ceremonias presenta a las
autoridades presentes pero a la hora de presentar al diputado, es el propio
Portillo quien debe susurrar su nombre. Quijano cuelga, toma la palabra y se le
olvida mencionar que ha llevado láminas para regalar. Habla de todo, de la
tregua, de la inseguridad, de Funes, de la honestidad de los gobernantes, de la
mejor opción que es Arena... y cuando baja de la tarima se da cuenta de que ha
olvidado hablar del obsequio que le ha llevado a la gente. “Ve, no me acordaste
de las láminas...”, le dice a su asistente de prensa, Janette Palacios.
Después
de la entrega simbólica a cinco familias, Quijano da por concluido el mitin. 25
minutos han pasado desde su llegada y Julio Gamero, su asistente de agenda, le
susurra una mala noticia al candidato. El siguiente lugar al que iban a visitar
se ha quedado vacío, la gente ya se retiró. Quijano tenía planificado
aprovechar la salida de los empleados de la zona franca para intercambiar
saludos y ganar adeptos. Pero la hora de salida ya se pasó. “¿Qué hacemos?”,
pregunta Gamero. “¿A dónde se te ocurre ir?”, responde Quijano. Otros miembros
del equipo de campaña se integran al grupo y discuten sobre qué hacer en esta
tarde de jueves, faltando una semana para el cierre oficial de campaña. Pero la
respuesta no llega, hay rostros dubitativos, manos en la cintura y ceños
fruncidos. “¿A cuánto tiempo estamos de Santa Ana?”, pregunta Quijano en un
intento por salvar la tarde. “Ya no llegamos a tiempo”, responde Gamero. En
seguida, alguien lleva un mapa de la ciudad santaneca, Quijano lo observa como
esperanzado de que algo se pueda hacer. Gamero insiste, ya no llegan a tiempo a
Santa Ana. ¿Qué hacer? “Solo se me ocurre ir a Metrocentro”, dice el candidato.
Alrededor, solo hay silencio y alguien se atreve a preguntar: “¿A Metrocentro
de San Salvador?” Quijano responde afirmativamente, y entonces parece que todo
está decidido... pero hay un elemento en contra. La hora. Entre el mitin, los
saludos, las fotos posteriores con algunos simpatizantes, y la posterior
discusión ya casi se dan las 5 de la tarde y todo el despliegue hasta la
capital requerirá cuando menos una hora. Alguien recuerda que al día siguiente
todos deben salir temprano para San Miguel para iniciar con los recorridos
finales de la campaña, y entonces, el evento de última hora, con el que Quijano
intentó cerrar el día, también se cancela. Quijano se ha quedado sin votantes a
quienes pedirles el voto a 13 días de las elecciones.
Gamero
fue sustituido por Lissette Quijano, la hija mayor del candidato. Ahora es ella
quien administrará la agenda del candidato, decidirá los lugares a visitar y
coordinará las visitas con los directores departamentales y municipales del
país, apoyado en la Comisión de Enlace del partido, esa comisión que se
desprende del Coena para supervisar el trabajo en los 14 departamentos. Gamero
falló en obedecer esta estructura organizativa básica del partido. Jorge
Velado, presidente de Arena, dice que ahora no sabe qué nuevo papel le depara a
Gamero y que eso solo lo sabe Quijano.
Sobre
Gamero pesaban quejas de fundadores, también de alcaldes y estructuras
territoriales quienes aseguraban que Gamero no fue efectivo para enlazar al
candidato con el territorio. Unos incluso utilizaron la palabra “maltrato”,
cuando aludían a la forma en la que Gamero trabajaba con ellos. Velado fue uno
de los que reconoció el mal trabajo en el territorio, y a manera de corrección,
anunció en Facebook los cambios implementados: “La estructura del partido tiene
ya un rol mucho más protagónico, nuestros líderes locales -que en alguna medida
fueron ninguneados- han tomado la responsabilidad de llevar adelante la campaña
territorial en sus zonas de influencia. Los miembros del Coena hemos retomado
la responsabilidad territorial con el apoyo de CNE”, escribía Velado en un
post, el viernes 7 de febrero por la mañana.
Arena castiga
al Grupo Cinco
En la
misma reunión de la cual ha salido disparado el alcalde Ruano, Mariela Peña
Pinto, diputada por San Salvador, está a punto de soltar una frase que caerá
como una bomba y estallará en aplausos y silbidos de ovación. La reunión ha
servido para que alcaldes y diputados mencionen a Quijano las razones por las
cuales consideran que el partido perdió la primera vuelta el domingo.
Peña dice
que hay que redoblar esfuerzos para ganar el 9 de marzo, y entonces suelta,
sorpresivamente, una crítica poco disimulada:
—Esta es
su casa, doctor Quijano, no el Grupo Cinco.
La
ovación estalla porque el reclamo de Peña en relación con la agencia
publicitaria Grupo Cinco de Comunicación Estratégica, recoge viejas inquietudes
o discrepancias de los areneros con los mensajes y enfoques de la campaña
electoral. La campaña liderada por Grupo Cinco incluso olvidó resaltar las
propuestas del plan de gobierno de Quijano y llegó a plantear cosas no
incluidas en él. "Reconozco que nuestra campaña mediática ha sido la peor
de la historia pero ya hemos tomado medidas drásticas para que mejore”,
escribía Velado en su cuenta de Facebook el viernes 7 por la mañana.
Entre
esos cambios estaba separar al Grupo Cinco, propiedad de los socios Manuel
Meléndez y Marvin Galeas. “¡Por Dios Santo! ¿Quiénes manejan Grupo Cinco?”,
dice en tono de queja Roberto Ávila, un fundador de Arena que no duda en
responsabilizarlos a ellos y a Francisco Flores de la derrota. A ellos les han
culpado de errores como cuando a principios de 2013 el candidato esbozó un
primer rechazo a los paquetes escolares y al programa vaso de leche en las
escuelas, y después dijo que no los quitaría si no más bien que ofrecería un
desayuno completo. Quijano también cometió deslices en entrevistas, como cuando
en una ante un periódico español aseguró que el gobierno salvadoreño era de
corte revolucionario-marxista, o como cuando en una
plática con El Faro, Quijano recibió a los periodistas en un escritorio que tenía un
cobertor del grupo Samix, una de las empresas de quien entonces era uno de los
contendientes, Antonio Saca, expresidente de Arena y de la República que resultó expulsado del partido en diciembre de
2009.
Aquellos
errores, y arriesgadas jugadas como la de desalojar de puestos callejeros
algunas calles del centro de San Salvador en octubre de 2012, provocaron que
para diciembre de ese año los números de Quijano se desinflaran. La tendencia
en las encuestas se mantuvo durante el primer trimestre de 2013 y para mayo,
la candidatura de Quijano tenía una emergencia.
¿Cómo se
explica que Grupo Cinco se mantuviera como la principal agencia de publicidad
del equipo de campaña cuando eran evidente ya algunos errores? Quijano explicó,
para cuando Flores había asumido su rol de asesor, que nadie más que él mismo
era el jefe de campaña y que había decidido que Grupo Cinco estaba haciendo
bien las cosas y que debía continuar.
Pero
ahora el partido ha decidido separar al Grupo Cinco, aunque Galeas y Meléndez
seguirán como consultores privados al servicio del equipo de campaña. “Hay un
equipo de comunicación conformado por la agencia Publicidad Comercial, J.J.
Rendón, y otros asesores que por respeto no digo sus nombres", dice
Velado, el lunes 10 de febrero, después de una sesión del Coena. Cuando se le
pregunta sobre el nuevo rol de Galeas y Meléndez, responde: "No se lo
puedo decir porque eso es parte de la estrategia. Hace ratos que Grupo Cinco no
coloca ni diseña publicidad para Arena”, dice.
Meléndez
trabajó como asesor de las campañas de todos los presidentes de Arena desde
Cristiani hasta Francisco Flores. Según Ávila, Meléndez trabajó en los años 80
con el Instituto Venezolano de Educación Popular (Ivepo), un instituto que
ayudó al entonces presidente José Napoleón Duarte a desmantelar grupos
paramilitares de extrema izquierda y derecha en el país. “Le tiraba a matar a
Arena”, recuerda Ávila. Meléndez, al igual que Gamero, es de las personasque políticamente se han
mantenido leales a Quijano desde que este emprendió su lucha por la alcaldía en
2008.
Marvin
Galeas es un exguerrillero que dirigió la Radio Venceremos y que ha sido
columnista de El Diario de Hoy. “Los fundadores hemos tenido una lucha de 10
años, en el 2000, 2001, 2004, 2009, contra aquella insistencia y terquedad del
Grupo Cinco de desmerecer la marca Arena, olvidarse del mayor d'Aubuisson, (de
usar) menos la marcha de Arena...”, dice Ávila.
Revisión
de la vocería
Arena
también intenta ajustar las intervenciones de sus voceros ante la opinión
pública. La idea, según comentan dirigentes del Coena, es bajar la
confrontación con el resto de fuerzas políticas y con el presidente Mauricio
Funes.
El jueves
6, durante otra reunión, esta vez con la bancada legislativa, Quijano pidió
sutilmente a los diputados que se le bajara el tono a la confrontación,
principalmente con Mauricio Funes, el presidente. Quijano mencionó nombres de
los diputados Roberto d'Aubuisson, Mario Valiente, y al vicepresidente de ideología
Ernesto Muyshondt* y pidió que bajaran el tono de sus alocuciones, y al mismo
tiempo, pidió a los legisladores David Reyes, Edwin Zamora y Ana Vilma de
Escobar que asumieran más protagonismo en la vocería del partido. "Se
mencionaron nombres pero no fue una orden tajante para callar a nadie, sino
solo para decirles cómo eran las nuevas líneas", dice el jefe de la
bancada de Arena y miembro del Coena Donato Vaquerano.
De
Escobar, Zamora y Reyes, según Vaquerano, han sido los diputados que no han confrontado
con nadie durante sus entrevistas, y eso los hace idóneos en el papel de
asesorar a quienes comparecen ante la opinión pública. Desde el jueves hasta el
martes 11, por ejemplo, De Escobar y Zamora por ejemplo, apoyaron a Vaquerano y
a Margarita Escobar en entrevistas que tuvieron en la entrevista del canal 12.
David Reyes, el mismo martes 11, estuvo en primera línea en una entrevista en
el canal 21 por la mañana. "El cambio de estrategia es ya no responder a
los ataques de Funes, y para ello lógicamente se necesita que no se reaccione.
Ellos tres están apoyando en eso", dice Vaquerano. "Habíamos unos que
nos estábamos dedicando a confrontar con el presidente pero él tiene fecha de
caducidad y ni es candidato", reconoce Velado.
Quijano
no tenía en mente que el martes 11 de febrero la Sala de lo Constitucional
emitiría unas medidas cautelares para prohibir a todo funcionario público hacer
campaña partidaria. La medida restringió a los alcaldes vincular su cargo
público con cualquier trabajo partidario y eso, en la práctica, neutraliza la
decisión tomada por el partido Arena.
Quien no
es funcionario público y sí deberá acatar el nuevo lineamiento es Ernesto
Muyshondt, vicepresidente de ideología y segundo al mando dentro del partido.
Muyshondt ha sido criticado en su partido por la confrontación que suele
caracterizar sus intervenciones e incluso los mensajes que envía en las redes
sociales. “Desesperado, Presidente viola Código Electoral, se vale de recursos
y cargo público p/ser activista del Bloque FMLN”, escribía @emuyshondt el 16 de
diciembre en Twitter. Dos días antes, enviaba otro tuit con dedicatoria a
Walter Araujo, magistrado del TSE quien ha renunciado al partido Arena: “Muy
mal queda el TSE con la cada vez más desafortunada conducta del corrupto,
borracho y patán,el de los viajes y plaza fantasma p/su esposa”.
El Faro
preguntó a Muyshondt si él había recibido directamente una orden de moderar sus
intervenciones, pero respondió que esa era una tarea de todos los voceros del
partido. “Esta nueva etapa de cara a la segunda vuelta requiere otra
estrategia, la gente quiere escuchar propuestas y no confrontación”, respondió.
A falta
de tres semanas y media para la segunda vuelta, si Arena no quiere sufrir su
segunda derrota presidencial consecutiva, debe reducir la diferencia de 10
puntos que le sacó el FMLN así como también seducir a los votantes del
movimiento Unidad cuyo candidato ya quedó fuera de la contienda. Y por si fuera
poco, también debe seducir a más votantes a que vayan a las urnas….